La mejor definición que conozco de la productividad es esta: “El arte de elegir la tarea adecuada para cada momento”.
Como en todo arte, se llega a la maestría mediante la adquisición de los conocimientos y los hábitos adecuados. Para poder confiar en que la elección de nuestra próxima acción es la correcta, y así poder concentrarnos plenamente en realizarla sin que la cabeza se nos vaya a la infinidad de tareas que tenemos pendientes, debemos disponer de toda la información. ¿Cuáles son mis tareas pendientes? ¿Qué necesito para poder realizar cada una de ellas? ¿Cuánto tardaré en terminarla? ¿De qué tiempo dispongo? ¿Qué nivel de concentración necesito?
GTD (Getting Things Done) es el método de Productividad Personal desarrollado por David Allen, basado en la práctica de 5 hábitos encaminados a disponer de las respuestas a todas esas preguntas, entre otras, que hacen que la decisión sea casi automática.
Con la práctica de GTD somos capaces de mantener nuestra mente enfocada. Libre del constante goteo de “cosas” sin definir, esas que vuelven en el peor momento posible, cuando no puedes hacer nada con ellas.
¿Sabes cuándo tu mente te recordará que necesitas comprar pasta de dientes? No será cuando estés en el pasillo del supermercado, o en la farmacia. Será en medio de esa reunión importante, cuando estés intentando concentrarte en leer, cuando vayas conduciendo. O incluso peor, cuando estés a punto de lavarte los dientes, estrujando hasta el dolor el último tubo de pasta de dientes que te queda.
Nuestra mente está llena de cientos de estas “cosas”: comprar el regalo de cumpleaños de Juan, pagar ese recibo de impuestos, preparar aquella reunión, ¿qué hago para celebrar mi aniversario?, terminar el informe que me pidió mi jefe…
Esta es, sin lugar a dudas, nuestra mayor fuente de estrés.
“La ansiedad (estrés) es consecuencia de la falta de control, organización, preparación y acción.” David Kekich
“La preocupación constante e improductiva que experimentamos por todo lo que tenemos que hacer es lo que más tiempo y energía consume.” Kerry Gleeson
“Nuestra mente está para generar ideas, no para retenerlas” David Allen.
La práctica de GTD nos permite
1. CAPTURAR todas esas “cosas” y trasladarlas a un “recipiente” que, con total seguridad, revisaremos frecuentemente para
2. ACLARAR todas esas “cosas” y transformarlas en ACCIONES bien definidas para poder
3. ORGANIZAR dependiendo de cuándo y cómo se deben ejecutar, cuánto tiempo nos llevarán, incluso qué estado de ánimo debemos tener para realizarlas.
4. REVISAR frecuentemente el sistema nos permitirá mantener el control y la confianza en que funciona para poder
5. HACER, ahora sí, con toda nuestra concentración disponible para ejecutar con claridad y eficiencia desde un punto de calma.
El próximo sábado 24 de noviembre, de 11 a 14 horas, realizaremos un taller en el que daré una introducción a este método de productividad personal. Será un taller meramente práctico, enfocado a cómo adquirir naturalmente estos 5 hábitos y poder empezar a ser más eficaces con menos estrés.
Las consecuencias de nuestros hábitos son inevitables. Más nos vale vigilar que éstos nos llevan a donde queremos ir.