Nunca olvidaré una conversación que tuve con mi gran amigo Javi, con el que nadaba en el C.N. Metropole hace ya 5 años. Yo acababa de separarme y estaba en un momento destrucción y cerca de la muerte emocionalmente (aunque no se veía, por dentro había una fiesta y por fuera estaba poniendo más y más musculo para protegerme). Me dijo: «pero, Libby, ¿no has leído la leyenda del Ave Fénix?» Me puse a leer. La transformación está constantemente pasando por tu cuerpo a nivel celular. Es necesaria, beneficiosa y la essencia de la vida. Hay que morir para crecer, destruirse para renacer…..
Así que ¿por qué hay tanta resistencia a los cambios y la transformación?
¿Miedo? ¿Incertidumbre? ¿Deseo de controlar?
¿No recuerdas los navidades cuando la incertidumbre era la parte mas ilusionante? ¿o la primera cita? ¿o el primer beso? Todo fuera de control, casi animal, primitivo e instintivo. Pues eso es la deliciosa realidad. No se puede controlar la vida. Cualquier pelea que sufres intentándolo es cosa tuya y es una elección. La vida es orgánica, viva, juguetona, desordenada, bella, artística. Cada momento es un regalo para aprender a ser flexible, crecer y amar. Cuando uno se suelta, fiándote de tu propio poder de crear y tu intuición, los sueños se cumplen…. preparados para soñar?