Muchas personas piensan que simplemente andando de manera espiritual el nivel de consciencia cambia o evoluciona.
Lo importante es empezar primero contigo mismo, luego con tus relaciones íntimas, no puedes esperar un cambio fuera, si no estás practicándolo en tus raíces.
Sin embargo con la práctica de yoga, los cambios ocurren en el cerebro y el sistema nervioso. El estado del cerebro y del cuerpo determinan si se puede acceder a frecuencias o dimensiones de conciencia o no, si estás disponible para escucharlas y estás preparado para oírlas o sentirlas. Primero hay que verlo todo.
Como humanos, el cerebro y sus complejidades nos dan auto-conciencia, a través de las cuales podemos experimentar emociones y sentimientos. También nos dan capacidad de reflexionar sobre el pasado y contemplemos el futuro. Tenemos el pensamiento lógico y creativo ilimitado que nos ha dado la ciencia, el arte, la religión, la ética y la cultura.
Pero por encima de todo esto, tenemos la capacidad de sentir la presencia del infinito y lo eterno, la fuente del universo. El infinito no está vacío, es lo que contiene todo lo que fue posible, es posible y será posible. Hemos dado nombre a esa sensación existencial sin barreras, incluyendo dios, energía, amor etc.
Mientras nuestro cerebro se desarrolla y vibra dentro de cierta frecuencia, tenemos la experiencia de un nivel específico de conciencia. El cerebro del animal vibra con una frecuencia distinta a la de los humanos, y por eso su percepción es diferente. Porque tenemos auto-conciencia podemos cambiar la estructura y fisiología de nuestro cerebro y ser aún mas conscientes de las experiencias que no están disponibles en otros seres vivos. Eso es evolución consciente.
Yoga es la ciencia y arte de la evolución consiente. La evolución es esencialmente el desarrollo del cerebro (que tiene su conciencia en las células del cuerpo) y su frecuencia vibratoria.
Como en el Yoga, todas las prácticas creativas y espirituales están cambiando la estructura y fisiología del cerebro para afinarse como una experiencia más consiente. Tenemos el potencial para ser consientes de cada paso de esa evolución, con la práctica tendremos una unión sutil de frecuencias infinitas (Samadhi / iluminación).
Un cerebro normal, aunque activo fisiológicamente, no funciona a su capacidad óptima, por la falta de conexiones entre sí. Varias partes del cerebro quedan desconectadas. Con una práctica de yoga facilitamos conexiones que permiten la activación holística y un funcionamiento del sistema nervioso inmejorable.
Así, el cerebro evoluciona, inconscientemente para ser receptivos y conscientes a niveles de conciencia mas elevados. Sé consciente, entrena tu atención.