Me caso dentro de un mes. Ilusión, miedo, amor, alegría,… bueno, un poco de todo. Más que las formalidades es la decisión de comprometernos para siempre, no la parte legal, la parte de alma, de tener toda mi gente delante y honrar nuestra decisión. Un momento especial.
Mi hombro izquierdo estaba expresando el miedo, falta de aire y tensión. Añadido a esto, está el momento detox de la línea meridiana del pulmón que empecé en otoño. Conozco la teoría de energía estancada y que no existe nada más que esto cuando hay contracturas o dolores, sin embargo cuando hay dolor fuerte, se requiere una mente muy firme para mantener este espacio interno de testigo calmado y amoroso. Miré lo que dice la maravillosa Louise Hay acerca del dolor por los hombros. El peso emocional, manteniendo el mundo a flote por los hombros. Y empecé mi sadhana intenso y exquisito.
Ayer por la mañana me levanté y había mucho dolor, sabia que era emocional / una percepción fuera de alineación. Entonces practiqué (asana), observé, intentaba hacer respiraciones profundas hacia la resistencia y permití que este miedo tuviera el espacio suficiente para transformarse. Me costó, quería ir corriendo hacia urgencias para que me quitaran el dolor, quería tomar toda la medicina alternativa que tenia en casa para arreglar algo que sabia que no era real ni permanente. Estaba, aunque conscientemente, haciendo juicios de mi dolor como una contractura, un problema, algo pasándome a ´mí´, y eso aumentaba la percepción mental y el intensidad del dolor.
No tomé nada, observaba y me relajaba. A las 15.30 de la tarde, reconociendo mi agobio y manteniéndome dentro del amor, el dolor desapareció. Cada vez que vivo una experiencia así me confirma desde la integridad y autenticidad lo que comparto como practica de yoga. Namaste mi Spirit Junkies
Wayne Dyer – si lo crees, lo veras.