Las lluvias de ayer me dieron un alegría y una oportunidad de practicar mi yoga. Primero me gustaría agradecer a todos los alumnos que aunque estaba lloviendo salieron de casa a respirar juntos en pureyogacanarias. Fueron prácticas bellas con elegancia, dando un estado contrario a la tormenta de fuera. Me hizo pensar en la relación que tenemos con nosotros y lo bonito que es estar receptiva y calmada enfrentando la vida.
Llego a casa, lleno de agua (acabamos de pintar) y aunque quería en principio echar la culpa a alguien, me di cuenta que no me sirve para nada, lo solté, y empecé echar agua, vino mas. Había nervios alrededor, miedos de posible daño y tenia calma. Ya mi practica está tan presente en cada momento de mi vida que siento un gran desapego de las asanas, incluso a veces me parecen absurdas. No compre los últimos Yoga Journals por la portada de “ten el cuerpo que quieres a través de la practica de yoga” me dio ganas de gritar, pero en vez de eso, con mi revolución silenciosa, no lo compre. Practicar expandir tus limites mientras mantienes la calma es súper importante. También ver cada momento, cada oportunidad de ser agradecida, amable, calmada y compasiva es mi practica. Lo amo.
Desperté esta mañana a las 6.00, nos acostamos a las 12.00, el cuerpo estaba cansado pero no quedó nada de tensión del actividad de ayer, sentía incluso amor por la oportunidad de practicar calmar las fluctuaciones de mi mente y sentir esa fuerza femenina fluida y consciente que la practica me da.
Espero que hayan disfrutado tanto de las lluvias como nosotros. Namaste